La educación: elemento clave en la reducción de la pobreza y la desigualdad
La pobreza y ser pobre no es consecuencia de un bajo ingreso económico; sino de un proceso que se define en la falta de capacidades de las personas, impidiendo que se desarrollen a sí mismas y alcancen el bienestar desde el punto de vista de las oportunidades. Esta definición de los años 90’, del filósofo y economista Amartya Sen, produjo un cambio de visión en la medición del bienestar desde el enfoque del incremento de las capacidades de las personas (lo que es capaz de ser o hacer) y el logro del desarrollo a través de éste incremento y no del incremento de bienes materiales.
La suficiencia de las oportunidades sociales en las personas (entre ellas el acceso a la educación, la atención sanitaria, etc) aumenta sus capacidades y les permite configurar su realidad y su destino desde la libertad que le confiere la posición de agente de su propio desarrollo. En el caso de la mejora de educación ésta no solo aumentaría la calidad de vida de las personas, sino que ampliaría su capacidad para librarse de la pobreza de la renta, al obtener un trabajo mejor remunerado. Para Sen, “cuanto mayor sea la cobertura de la educación básica y de la asistencia, sanitaria, más probable es que incluso las personas potencialmente pobres tengan más oportunidades de vencer la miseria” (Desarrollo y Libertad, 1999). Seguir leyendo..
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