“Morí en el Mediterráneo”
Mientras los recién llegados pasajeros del Aquarius comienzan sus primeros días de vida en suelo europeo, otro barco perteneciente a la ONG alemana Lifeline, sigue a la deriva en el Mediterráneo, con 230 migrantes a bordo, esperando que algún país le permita desembarcar en un puerto seguro. Italia y Malta, al igual que hicieron con el barco perteneciente a la ONG franco- alemana SOS Mediterráné y Médicos sin Fronteras, han negado que el barco de Lifeline atraque en sus costas. El gobierno maltés justifica la falta de humanidad en que “no es su responsabilidad”, mientras que el Ministro de Interior Matteo Salvini, al igual que lo hizo con el Aquarius, pide al resto de países de la Unión Europea que acaten su responsabilidad como parte de la Unión y acojan en su territorio a los miles de refugiados e inmigrantes, que la “desbordada Italia no está dispuesta a aceptar”. Un alegato que sigue las directrices de su ya repetido discurso político, “Los italianos primero”. La ne...